Esto es un blog académico dedicado a la asignatura 'ciencias del mundo contemporáneo'. En este blog subiré mensualmente una entrada relacionada con el mundo de la ciencia.
En cuanto mi primera entrada, he decido hacerla sobre el parkinson ya que es algo muy natural y mucha gente de nuestro alrededor la padece aunque no nos demos cuenta.
Últimamente se ha estado hablando mucho sobre una nueva droga, conocida como la droga canibal, ya que muchos jóvenes han sufrido ataques excesos de locura, y gente ha pagado por ello. Por eso he decidido buscar información sobre ella para saber que hacer en caso de que nos encontremos con algún asunto relacionado. ¿Qué es la droga caníbal? La droga caníbal, o también conocida como 'sales de baño' o 'metiendioxipirovalerona' (MDPV) es una droga psicoactiva con potentes efectos estimulantes que actúa como un inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina.
¿Por qué se le dice que es una sustancia 'caníbal'? Puesto y que la asociación Energy Control (programa contra las drogas) desmiente que esta sustancia provoque ataques de canibalismo en sus consumidores, los medios de comunicación y parte de la población siguen llamando a esta sustancia MDPV droga caníbal. Este apodo se le otorgo tras conocer la historia de un chico que inquirió esta sustancia y agredió y mordisqueo la cara de un vagabundo que se encontraba en la calle. ¿Cuales son sus efectos? - Agresividad. - Euforia. - Estimulacion mental y motivacional. - Sentimiento de empatia. - Calor. - En algunos casos, incitación sexual. Efectos secundarios: - Elimina el apetito. - Provoca ataques de taquicardia. - Produce insomnio, dolor de cabeza y ansiedad. En caso de consumos intensos provoca mareos, ataques de panico y psicosis y produce dolor abdominal y de riñon. Y al cavo del tiempo deja los ojos rojos. En el siguiente video podemos observar a una serie de personas bajo los efectos de esta droga:
El alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo. No tiene control sobre los límites de su consumo, y va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.
¿Es el alcoholismo una droga o una enfermedad?
Hoy en día el alcohol es un considerado tanto como una droga como una enfermedad. Por una parte se dice que el alcohol es una droga ya que es un depresor del Sistema Nervioso Central, que pertenece al grupo de sedantes junto con los barbitúricos y las benzodiacepinas. Y por otra parte se dice que el alcoholismo es una enfermedad puesto que el alcohol hace mucho daño física y psicológicamente, además de que nos puede llevar a la muerte. También se consideran a los alcohólicos personas enfermas porque dependen de una sustancia alcohólica para aumentar su bienestar.
Tipos de alcoholismo
Tipo I:es característico de personas adultas, las cuales pueden tener una etapa de grandes ingestas puntuales separadas por tiempos de abstemia pero que sin embargo van siendo más pequeños hasta poder alcanzar una gran dependencia, acompañada progresivamente por el desarrollo de enfermedades hepáticas.
Tipo II:se desarrolla en hombres durante la adolescencia y está asociado a menudo a un historial violento y arresto policial. No se caracteriza por un aumento progresivo del consumo de alcohol.
Consecuencias
Las consecuencias del alcoholismo están divididas en distintos tipos:
Consecuencias fisicas:
Coma etílico: sucede después de beber mucho, la persona llega a perder el conocimiento con el riesgo de vomitar y ahogarse con su propio vómito, por ello cuando suceda se pondrá siempre a la persona inconsciente de lado
Problemas cardiovasculares: aumento de la tensión arterial y problemas en el corazón.
Polineuritis: inflamación de los nervios con dolor
Cirrosis: degeneración del hígado en su capacidad de purificador y creador de factores de la coagulación de la sangre, como consecuencia se producen sangrados masivos
Pancreatitis
Cáncer de estómago
Cáncer de garganta
Cáncer de laringe
Cáncer de esófago
Úlcera gástrica
Impotencia sexual en los hombres
Frigidez en las mujeres
Síndrome de abstinencia en lo bebés
Envejecimiento prematuro.
Consecuencias psíquicas:
- lagunas de memoria que no se recuperan
- depresiones
- epilepsia
- delirium tremens
- enfermedades mentales graves como las psicosis
- demencia por el alcohol
- suicidio
- celotipia: la persona se vuelve tan insegura que empieza a desconfiar de su pareja y a tener celos sin un fundamento real.
Consecuencias sociales:
- rechazo de los demás
- despidos de los trabajos
- soledad
- ruina económica
- mala higiene
- agresiones, violencia
- cárcel
- separaciones
- accidentes con víctimas mortales y minusválidos para toda la vida
- maltratos físicos y psicológicos
- dolor a la familia y a uno mismo
Causas
Nadie sabe qué causa los problemas con el alcohol. Los expertos en salud creen que en una persona puede ser una combinación de:
Los genes
El medio ambiente
La psicología, como ser impulsivo o tener baja autoestima
Beber mucho alcohol puede ponerlo en riesgo de problemas con el alcohol. Se está en mayor riesgo de presentar alcoholismo si:
Es un hombre que toma 15 o más tragos a la semana.
Es una mujer que toma 12 o más tragos a la semana.
Toma cinco o más tragos en un momento, al menos una vez por semana.
Es un adulto joven bajo la presión de compañeros.
Tiene depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad o esquizofrenia.
Tiene acceso fácil al alcohol.
Tiene baja autoestima.
Tiene problemas con las relaciones interpersonales.
Lleva un estilo de vida estresante.
Un trago se define como una botella de cerveza de 12 onzas (340 ml), un vaso de vino de 5 onzas (140 ml) o una 1 ½ onzas (40 ml) de un trago de licor.
Síntomas
Los síntomas de abstinencia del alcohol se presentan por lo regular al cabo de 8 horas después del último trago, pero pueden ocurrir días más tarde. Por lo general, alcanzan su punto máximo en 24 a 72 horas, pero pueden persistir durante semanas.
La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada Parkinsonismo idiopático, parálisis agitante o simplemente párkinson, es un trastorno que consiste en un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo, área cerebral que controla el movimiento, mueren o sufren algún deterioro.
¿Como se detecta? Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del párkinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez. A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:
Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
Cuadro depresivo de larga duración.
A partir de ahí el médico es quien llegará a la conclusión de la existencia de un párkinson sobre todo basándose en los signos clínicos externos (las “quejas” del paciente y la exploración directa) que presenta el afectado. Se confirmará este diagnóstico por la respuesta del paciente a la medicación con Levodopa, y a la posterior evolución del cuadro clínico hacia un párkinson típico. Causas Existen numerosas teorías que intentan explicar el deterioro neurológico que produce esta patología. Se cree que algunos pesticidas y toxinas, junto a cierta predisposición genética, podrían ser los desencadenantes de la enfermedad. También se estudia la posibilidad de que el origen se encuentre en los radicales libres, moléculas que desencadenan un proceso de oxidación que daña los tejidos y las neuronas. El genético es otro de los factores barajados como causantes de esta patología. Existen algunas formas de Parkinson hereditarias en algunos grupos de familias, por lo que la investigación genética puede ayudar a comprender el desarrollo y funcionamiento de la enfermedad.
En la enfermedad de Parkinson se produce una degeneración en las células de los ganglios basales que ocasiona una pérdida o una interferencia en la acción de la dopamina y menos conexiones con otras células nerviosas y músculos. La causa de la degeneración de células nerviosas y de la pérdida de dopamina habitualmente no se conoce. El factor genético no parece desempeñar un papel importante, aunque la enfermedad a veces tiende a afectar a familias.
Síntomas
Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son leves y se van haciendo cada vez más notorios con el paso del tiempo. El cuadro inicial típico registra dolores en las articulaciones, dificultades para realizar movimientos (agotamiento). La caligrafía también empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes los síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. Asimismo, el carácter varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresiónsin causa aparente. Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas típicos son los siguientes:
Temblores: Lentos y rítmicos. Predominan estando en reposo y disminuyen al hacer un movimiento voluntario. No necesariamente los presentan todos los pacientes.
Rigidez muscular: Resistencia a mover las extremidades, hipertonía muscular.
Bradicinesia: Lentitud de movimientos voluntarios y automáticos. Falta de expresión de la cara. Escritura lenta y pequeña (micrografía). Torpeza manipulativa.
Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia delante. Codos y rodillas están como encogidos.
Anomalías al andar: Marcha lenta, arrastrando los pies. A veces se dan pasos rápidos y cortos (festinación), con dificultad para pararse. Episodios de bloqueo (los pies parecen que están pegados al suelo).
Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, fáciles caídas.
Depresión: Es un problema común a todas las enfermedades crónicas, y en el Parkinson puede detectarse incluso antes de que comiencen los síntomas principales. Empeora con los fármacos utilizados para combatir esta patología, aunque los antidepresivos consiguen frenar con bastante éxito tanto las depresiones como los cambios emocionales.
Tratamiento
Actualmente la enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero sí se puede controlar eficazmente. Se conocen muchos aspectos del proceso neurodegenerativo subyacente a la enfermedad, pero los tratamientos que lo modifican todavía no están en fase clínica. Por lo tanto, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson actual se dirige únicamente a mejorar los síntomas derivados de la patología. Por ello, los afectados de párkinson deben ingerir estos fármacos antiparkinsonianos de por vida, según la dosis y combinación de medicamentos que su neurólogo considere más adecuado para su caso en particular.
En la enfermedad de Parkinson precoz, el tratamiento está orientado a mejorar los síntomas, sobre todo los motores. En el caso de la enfermedad de Parkinson avanzada, los problemas directamente relacionados con los efectos secundarios a largo plazo de la medicación son los que representan el principal reto para el neurólogo.
Los principales grupos de medicamentos útiles en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson están divididos en cuanto a: La cirugía:
Las operaciones neuroquirúrgicas solo están indicadas en casos muy determinados de enfermos de párkinson (no más del 20 por ciento son buenos candidatos). Es el equipo de médicos y neurólogos el que debe seleccionar tales candidatos, después de un estudio detallado y riguroso de cada caso. En este vídeo se puede observar como se lleva a cabo un método quirúrgico que tiene mucha repercusión en la cura del parkinson, conocido como "Aguja permanente".
El tratamiento de los síntomas no motores
Trastornos del sueño (trastorno de conducta del sueño REM, insomnio y somnolencia)
Trastornos autonómicos (estreñimiento, hipotensión ortostática, urgencia miccional e impotencia)
Trastornos ánimo y conducta (depresión, ansiedad, apatía, e irritabilidad)
Trastorno cognitivo (deterioro cognitivo o demencia, alucinaciones y delirios)
Otros: dolor, fatiga, sialorrea.
Benzodiacepinas. Son fármacos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central, con efectos principalmente sedantes, hipnóticos y ansiolíticos. Se utilizan de forma muy frecuente los siguientes:
Clonacepam: Trastorno de Conducta del sueño REM.
Loracepam: Insomnio y ansiedad.
Antidepresivos: Los más utilizados en la enfermedad de Parkinson son los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) como, por ejemplo, mirtazapina, sertralina, trazodona… o los inhibidores de la recaptación de serotonina o noradrenalina, como la venlafaxina. Se utilizan para la depresión y ansiedad. Los principales efectos secundarios son: alteración del apetito, pesadillas y alteración de la líbido.
Anticolinesterásicos: Son fármacos que inhiben la recaptación de acetilcolina, aumentando la concentración de esta en el cerebro. Evitan el uso de sedantes mayores en muchos casos. Sus principales efectos secundarios son gastrointestinales (nauseas, vómitos), confusión y aumentar el temblor. Todos son vía oral, excepto la rivastigmina, en la que también existe una forma de administración transdérmica en parche.
Neurolépticos: Son fármacos antidopaminérgicos que permiten el control de los síntomas psicóticos que aparecen en la enfermedad de Parkinson, bien como efectos secundarios de los fármacos o bien secundarios al deterioro cognitivo del paciente. El principal efecto secundario es que producen parkinsonismo.
Toxina botulínica: Se puede utilizar para el tratamiento de la sialorrea inyectándola en las glándulas salivares y para el tratamiento de la distonía que pueden tener algunos pacientes.
Los fármacos
Únicamente su neurólogo es la persona adecuada para prescribirle un fármaco en concreto.
¿Como afecta en España? Afecta prácticamente por igual a hombres que a mujeres. Existe en todas las razas y todos los continentes, con ligeras variaciones. En España se calcula que puede haber cerca de 120.000 personas afectadas por párkinson. Cada año, surgen aproximadamente 20 nuevos casos de enfermos de párkinson de cada 100.000 habitantes. A partir de los 65 años de edad, el número de afectados aumenta de tal manera que alcanza el 2 por ciento, es decir, que en un grupo de 100 personas mayores de 65 años dos de ellas padecerán esta dolencia.