sábado, 21 de febrero de 2015

Las uñas






 La uña es una placa córnea y dura que cubre y protege la parte superior de la punta de los dedos. Se conoce también como garra y pezuña en los animales, a lo que se lo puede llamar resto de hueso ya que es una capa mal formada y que el cuerpo expulsa de manera indirecta.

 Las uñas están formadas principalmente por células muertas endurecidas que contienen queratina, una proteína fibrosa que el cuerpo produce de manera natural. El mayor aporte de queratina de las células muertas proviene de los huesos.


 Anatomía de las uñas:




 Las uñas se desarrollan en los pliegues profundos de la piel de los dedos de los pies y de las manos. A medida que las células epidérmicas debajo de la raíz de la uña se desplazan hacia arriba hacia la superficie de la piel, aumentan en número y las que se encuentran más cercanas a la raíz de la uña se achatan y comprimen. Cada célula se transforma en una placa fina; estas placas se apilan en capas para formar la uña. Al igual que con el cabello, las uñas se forman por queratinización. Cuando las células de la uña se acumulan, la uña se desplaza hacia delante.

 Las uñas no solo sirven para decorar sino que tienen otros usos principales. Por una parte protegen la piel sensible que tienen bajo ellas y por otra nos sirven para agarrar y raspar cosas. Realmente las uñas no sirven para nada, simplemente nos facilitan coger objetos pequeños y protegen los dedos de lesiones.

 Las uñas pueden ser indicadoras de la salud general de una persona y las enfermedades suelen afectar a su crecimiento. En el siglo XX se realizaron unos estudios que dijeron que las uñas estaban clasificadas en varios tipos. Por ejemplo, si la uña presenta unas lineas de color blanquecino en forma de estrias, esto quiere decir que el dueño puede tener una enfermedad cardíaca.




En esta investigación se nombro como uña "normal" a aquella que es lisa y uniforme en su textura con un color minimamente rosado.
 
 Las causas de las enfermedades y problemas de las uñas pueden ser múltiples, pero se deben básicamente a una alimentación inadecuada y la carencia de vitaminas y minerales en muchos de los alimentos que ingerimos. En definitiva, el estrés, la contaminación y una inadecuada nutrición son las principales causas de la mayor parte de las enfermedades de las uñas. 


 Para mantener nuestras uñas sanas es recomendable ponerlas en contacto con minerales, los cuales al tener contacto con ellas pueden darle una mayor dureza y nutrición. Al contrario, la manicura no es muy recomendable ya que la piel que se retira con este proceso es la que nos protege de toda infección y bacterias. Además, es recomendable que las uñas no se corten, si no que simplemente sean limadas.

 Más información:

sábado, 7 de febrero de 2015

El miedo




 El miedo es una respuesta natural ante el peligro; una sensación desagradable que atraviesa el cuerpo, la mente y el alma. Se puede deber a algo que pasó, que está sucediendo o que podría pasar. Es difícil de controlar y puede provocar todo tipo de reacciones, tales como parálisis o ataques de ansiedad. En su versión más extrema, lo que se padece es el terror. Lo curioso es que no siempre es el espejo de algo real. Muchas veces se teme a algo que no existe, que es producto de la imaginación, como los 
monstruos.

Este sentimiento suele provenir de la infancia. Muchas veces tomamos un hecho que nos hirió o lastimo durante nuestra etapa infantil y por el resto de nuestra existencia cargamos con esa herida, temerosos de que nos vuelva a lastimar o tratando de que no se nos lastime, viviendo una forma de resistencia. Nos damos cuenta, pues, de estas heridas y que por ellas creamos una barrera alrededor de nosotros, la barrera del miedo. Por ejemplo, a una persona que de pequeño le mordió un perro y le causo mucho daño, cuando sea mayor puede que tenga miedo a los perros ya que no querrá que le suceda lo mismo que le sucedió.

Por otra parte, este miedo también puede ser contagioso, es decir, que puede proceder a causa de otras personas. Por ejemplo, si convives con alguien que tiene miedo a las arañas tienes mas posibilidades de tenerles miedo ya que la otra persona sin quererlo te lo esta inculcando.

Desde el punto de vista biológico el miedo constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir a la persona responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y su especie ya que aparece en medio de una situación en la que se corre peligro. El miedo se encarga en muchas ocasiones de hacernos conscientes de los peligros externos que nos pueden amenazar, y nuestro organismo los interpreta de la siguiente forma:
Primero los sentidos captan el foco de peligro, pasando a ser interpretado por el cerebro , y de ahí pasa a la acción el sistema límbico. Este se encarga de regular las emociones de lucha, huida, y ante todo, la conservación del individuo. Además de todo esto, también se encarga de la constante revisión de la información dada por los sentidos, incluso cuando dormimos, para poder alertarnos en caso de peligro.
Cuando esto ocurre, se activa la amígdala, que se encarga de desencadenar todo el sistema del miedo, y entonces nuestro cuerpo pasa a sufrir las siguientes reacciones:

·         Aumento de la presión arterial
·         Aumento de la velocidad en el metabolismo
·         Aumento de la glucosa en sangre
·         Detención de las funciones no esenciales
·         Aumento de adrenalina
·         Aumento de la tensión muscular
·         Apertura de ojos y dilatación de pupilas
En determinados momentos de miedo, puede llegar el pánico, haciendo que se desactiven nuestros lóbulos frontales, alimentando el miedo y haciendo que se pierda la noción de la magnitud de este y en muchas ocasiones el control sobre la conducta de uno mismo.